El arte neoclásico llega motivado por la nueva atracción que despierta el mundo clásico, el interés surgido por la arqueología, las excavaciones de Herculano y Pompeya y el rechazo hacia las formas del barroco.
Características de la arquitectura neoclásica
- Se inspira en los monumentos de la antigüedad grecorromana.
- Concepto de belleza basado en la pureza de las líneas arquitectónicas, en la simetría y en las proporciones sujetas a las leyes de la medida y las matemáticas.
- Reacciona contra los efectos decorativos del barroco y el rococó.
- Gusto por la sencillez, con predominio de lo arquitectónico sobre lo decorativo.
- Emplea elementos básicos de la arquitectura clásica: columnas, ordenes dórico y jónico, frontones, bóvedas, cúpulas, etc.
La irrupción del arte neoclásico en España provine del exterior más que por una necesidad interna de renovación. El desarrollo del barroco quedó interrumpido al sustituir en el trono de España a la dinastía de los Habsburrgo por la de los Borbones, con Felipe V. El joven rey, que venía de Francia, se instaló en la corte española con un grupo de artistas franceses e italianos y con ellos entraron las corrientes artísticas extranjeras.
Las Academias desempeñaron un papel fundamental en la difusión de los principios del arte clásico ya que eran las encargadas de formar a los artistas. En España se funda la Academia de Bellas Artes de San Fernando.
El antiguo Alcázar de Madrid, residencia de los Austrias, había sido destruido por un incendio en 1734. Felipe V se propuso levantar un nuevo palacio, El Palacio Real, en el mismo emplazamiento, para lo que solicitó la presencia del arquitecto siciliano Filippo Juvara.
Tras la muerte de Juvara, será su discípulo Giambattista Sacchetti quien continúe con el proyecto introduciendo algunas mejoras.
El edificio presentado por Sacchetti se desarrolla alrededor de un gran patio cuadrado, con galerías de circulación en los cuatro lados. En el exterior, las fachadas tienen el cuerpo central avanzado ligeramente, al igual que los cuerpos de los ángulos que también sobresalen del plano de la fachada. Los pisos bajos forman como una especie de basamento sobre el que levantan columnas gigantescas. El patio central no presenta adornos escultóricos, es de líneas precisas, académicas.
En la obra del Palacio Real se formaron muchos de los futuros arquitectos españoles y muchos escultores y pintores que trabajaron en su decoración, como es el caso de ventura Rodríguez.
Ventura Rodríguez (1718-1785)
La trayectoria de Ventura Rodríguez se sitúa a caballo entre las dos grandes corrientes artísticas del momento, el barroco y el neoclasicismo. A su periodo inicial corresponden sus obras barrocas, en las que afloran frecuentes influencias del barroco italiano.
La gran obra es la remodelación de la Basílica de El Pilar de Zaragoza, encargada por Fernando VI a instancia del Cabildo de la Seo zaragozana.
Realizó la capilla que debía albergar la imagen de la Virgen para su culto. Construyó un templete de orden compuesto a modo de baldaquino con bóveda elipsoidal.
En esta capilla es donde se produce la transición del estilo barroco al neoclásico, manifestándose éste último en la decoración interior del templo.
A partir de 1760 abandonó la tendencia barroca a favor del neoclasicismo. En la Iglesia de los Agustinos de Valladolid vemos el triunfo del neoclasicismo en la fachada, aunque el interior es todavía de planta circular.
Entre sus últimas obras destaca la fachada de la catedral de Pamplona (1873), severamente clásica, con un pórtico tetrástilo entre dos torres cuadradas.
Francisco Sabatini (1722-1797)
Cuando sube al trono Carlos III y tras la muerte de Sacchetti, el arquitecto italiano es nombrado arquitecto real, momento en el que Ventura Rodríguez deja de trabajar para la corte.
Intervino en la edificación de obras monumentales para Madrid, representativas del poder real, como la Puerta de Alcalá, que conmemora la entrada de Carlos III en la capital. Consta de cinco vanos, tres con arco de medio punto y dos adintelados.
Realizó también la escalera principal del Palacio Real de Madrid o el edificio de la Aduana, hoy Ministerio de Hacienda.
Juan de Villanueva (1739-1811)
Es la figura más importante de la arquitectura neoclásica española. Estudió siete años en Roma pensionado por la Academia de San Fernando, entrando en contacto directo con la Antigüedad.
Carlos III lo nombró arquitecto del príncipe y los infantes, trabajando casi en exclusiva para la casa real.
A su regreso de Roma fue nombrado arquitecto de El Escorial, en cuyas cercanías levantó la Casa de los Infantes, la Casita de Arriba y la Casita de Abajo, de aspecto totalmente clasicista. Realizó también la Casita del Príncipe en El Pardo.
Su obra maestra del arte neoclásico es el edificio del Museo del Prado. El museo fue concebido como Gabinete de Historia Natural y estaba incluido en una zona ajardinada de función científica en la que se encuentra el Jardín Botánico.
La fachada principal se dispone a lo largo del paseo del Prado. En el centro hay una monumental portada, constituida por un gigantesco pórtico dórico-toscano, aunque no lo remata con frontón.
Villanueva concibió un edificio alargado siguiendo el eje de una luminosa galería rematada e interrumpida en su centro por tres cuerpos de mayor volumen: dos cubos en los extremos de la galería y una edificación de planta basilical en su eje central.
El cubo norte se articula en torno a una rotonda con columnas jónicas y bóveda y el cubo sur en torno a un patio. El cuerpo central estaba destinado a las reuniones y sesiones de los académicos y estudiosos de Historia Natural.
En el edificio de Villanueva predominan las líneas rectas. Hay una disposición rigurosamente simétrica de los elementos arquitectónicos. Destaca la enorme austeridad ornamental, la armonía proviene de la combinación de las formas arquitectónicas (columnas, frontones y ventanas).
Villanueva diseñó también el Observatorio Astronómico, situado en los Jardines del Retiro. Es un edificio de planta cruciforme rematado por un templete de columnas jónicas.
En otras regiones españolas también se levantaron numerosos edificios en estilo neoclásico, como la Fábrica de Tabacos de Sevilla, la Lonja de Barcelona o la Plaza Nueva de Vitoria de Juan Antonio de Olaguibel.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario